El pasado 16 de febrero se celebró  la jornada "Cuidar la tierra y sus gentes", organizada por Oikocredit Euskadi y Asociacion Kidenda.

El objetivo de la jornada era analizar la producción agrícola de muchas comunidades en el norte y en el sur como alternativa a un modelo capitalista que provoca una enorma injusticia social, a través de las experiencias de Ehne Bizkaia, Asociacion Kidenda y Oikocredit.

Isabel Alvarez de Ehne Bizkaia:

La realidad de la agricultura en el norte, para un pequeño productor es de una continua lucha contra un modelo de producción intensivo capitalista. En este modelo al productor se le ha hecho creer que su trabajo no vale nada, y se le impone el precio, e incluso lo que tiene que producir. Por este motivo, una de las estrategias es volver a empoderar al campesino. La Via Campesina, es un ejemplo de este empoderamiento, miles de personas en todo el mundo lo componen llegando a ser el movimiento social mas numeroso del mundo.

Otra forma de luchar contra esta realidad es la creación de alianzas con consumidores, entidades y movimientos afines para conseguir una rentabilidad para el campesino fuera del circuito mayorista con la  soberanía alimentaria cono horizonte: los pueblos tienen derecho a decidir como quieren ser alimentados, respetando su cultura, el entorno y el paisaje en el que viven  y con su historia. Nadie debe venir a imponer que hay que producir y consumir.

Cristina Gonzalo de Kidenda:

El comercio justo se presenta como una alternativa frente a las relaciones comerciales injustas capitalistas. El respeto a los productores, sus condiciones laborales, sus factores de producción, su cultura, el precio que tienen que recibir, el desarrollo de sus comunidades, son elementos clave que hacen el comercio justo una clave de desarrollo en el mundo agrícola de las regiones mas desfavorecida.

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Carina Torres de Oikocredit Peru:

Pocas veces nos planteamos la importancia que tiene para los pequeños productores, el acceso al crédito. Una planta de café tarda tres años en dar su primera cosecha, durante ese tiempo el productor necesita tener acceso al crédito paro poder seguir adelante.

Oikocredit lleva años apoyando a las organizaciones agrícolas, ya que si financias a los pequeños productores puedes llegar a lugares remotos en situaciones extremas de pobreza donde la banca convencional no llega ya que los considera actividades de alto riesgo. El circuito financiero convencional nunca les financia porque no entiende la complejidad de este tipo de producción por su estacionalidad, entre otras muchas cosas.

Los retos de financiar la producción agricola para una banca ética y solidaria son principalmente adaptarse a toda su excepcional casuistica: Si tienen la cosecha una vez al año, van a necesitar flexibilidad en las cantidades y los periodos de pago. Posiblemente no van a poder presentar títulos de propiedad de la tierra para avalarla etc. El cambio climatico produce muchas plagas y cosechas irregulares….

Aun asi, la experiencia de Oikocredit Peru es que el índice de morosidad en la banca ética es muy bajo.

Carina enfatizó la importancia de que el Comercio Justo esté en la mayoría de los productores agricolas financiados por Oikocredit Peru porque es un plus social y una garantía de que el productor va a obtener unos ingresos estables. 

Posteriormente a las intervenciones, hubo un pequeño coloquio donde se puso en evidencia como el comercio justo, la producción agricola y la financiacion encajan perfectamente dentro del funcionamiento de una economia alternativa y solidaria.